Los destinos MICE emergentes en España para este verano 2025

Si llevas meses buscando un lugar que no huela a déjà vu para tu próximo evento MICE, puede que el verano te tenga reservada una sorpresa. O cinco. España es mucho más que Barcelona, Madrid o Sevilla cuando se trata de reuniones, incentivos, congresos y exposiciones. Y lo sabes. Este 2025, hay ciudades que están dando el salto sin hacer ruido. Sin aspavientos. Pero con argumentos de peso.

Verás que no se trata solo de instalaciones o de sol eterno. Lo que está en juego es una experiencia que mezcle logística, identidad, descanso y ese puntito de autenticidad que se ha puesto tan de moda —y con razón— en el mundo de los eventos.

Málaga: más que espetos y museos

Igual te suena a tópico. Pero la Málaga de 2025 ya no es la de los clichés. En los últimos años se ha consolidado como el nodo tecnológico del sur, atrayendo empresas que antes solo miraban a Londres o Berlín. Ahora, además de museos y buena mesa, ofrece auditorios de última generación, hoteles con salas modulares y una conectividad envidiable.

Y sí, el verano allí pega. Pero a cambio tienes playas urbanas para organizar incentivos al atardecer, afterworks con vistas al Mediterráneo y rutas culturales que ni te imaginas. Lo bueno de Málaga es que puedes ir con una agenda seria y volver con la sensación de haber estado de vacaciones.

Valencia: la ciudad que no para

A ti, que no te gusta dar puntada sin hilo, Valencia te va a gustar. No solo por su arquitectura futurista o sus espacios abiertos. También porque ha sabido hacer del turismo sostenible una carta de presentación potente. Y porque su clima, entre junio y septiembre, es una bendición.

Aquí el evento se celebra en la Ciudad de las Artes y las Ciencias por la mañana, y por la tarde se toma una horchata en el barrio del Carmen. Y si lo tuyo es la logística sin dramas, agradeces que el aeropuerto esté a 15 minutos del centro y que el AVE llegue con puntualidad suiza.

Valencia ya no es promesa; es certeza. Y si no te lo crees, intenta reservar un venue para agosto. Vas a tener que darte prisa.

Zaragoza: discreta, pero con mucho que decir

A veces, lo que más funciona es lo que no se anuncia a gritos. Zaragoza, en ese sentido, es una jugada inteligente. Bien situada, bien conectada y con una oferta cultural que sorprende. No tiene mar, vale. Pero tampoco tiene los precios de las ciudades más trilladas. Y eso, cuando tienes que cerrar presupuestos, se nota.

Su ventaja es el equilibrio. Eventos de mediano tamaño, asistentes que llegan en AVE desde dos capitales, sedes bien equipadas y cero complicaciones. Si lo que buscas es una ciudad que funcione sin necesidad de artificios, Zaragoza es el lugar.

Castilla-La Mancha: cuando el entorno importa

No todo tiene que ser urbano. Ni falta que hace. Castilla-La Mancha ha empezado a asomar la cabeza en el sector MICE con una propuesta distinta: historia, patrimonio y aire libre. En lugar de rascacielos, te ofrece auditorios con vistas a murallas. Y en vez de rooftop bars, viñedos donde montar una cata al caer la tarde.

Puede que no sea la primera en tu lista, pero cuando piensas en una experiencia que no se olvide a los tres días, cambia la cosa. Almagro, Cuenca o Toledo no se han quedado ancladas en el pasado. Al contrario: están sabiendo combinar lo tradicional con lo funcional. Y eso, para un congreso o una escapada de incentivos, marca la diferencia.

Elche: el tapado del levante

Sí, Elche. No pongas esa cara. Lo que hace unos años era solo una ciudad cercana a Alicante, hoy es un destino con entidad propia. Ha visto crecer su número de congresos como la espuma, y no es casualidad. Tiene un palacio de congresos renovado, hoteles que apuestan por el segmento corporativo, y una cercanía al aeropuerto que te resuelve la logística en dos clics.

El verano allí es intenso. Pero el palmeral más grande de Europa no está solo para la foto. Es el marco perfecto para experiencias MICE con valor añadido: desde actividades wellness hasta cenas temáticas entre vegetación centenaria. Y como dirían en Madrid: oye, que no te vas a arrepentir.

Pontevedra: pequeña, fresca y con encanto

No te lo esperabas, ¿eh? Pero Pontevedra está ganando puntos por cosas que antes parecían secundarias. La gente busca entornos saludables, accesibles y con alma. Y esta ciudad gallega lo tiene todo: centro histórico peatonal, buena gastronomía, aire limpio y una agenda cultural que crece verano tras verano.

No es el lugar para congresos multitudinarios, claro. Pero si lo que organizas es una convención, una reunión de equipo o un programa de incentivos boutique, entonces estás en el sitio correcto. Aquí no hay prisas. Y eso, en verano, se agradece.

Puede que el turismo MICE esté cambiando. Pero no es que se esté yendo muy lejos. Está redescubriendo destinos que antes pasaban de puntillas por los catálogos. Y ahora, justo ahora, se están llevando el protagonismo.

Este verano 2025, tienes más de una razón para mirar más allá de lo de siempre. Porque innovar también es elegir bien el lugar. Y estos destinos, créeme, tienen mucho que ofrecer. Aunque aún no salgan en la portada.